En un mundo de cambios constantes, hiperconectado y con una evolución tecnológica nunca antes conocida, las organizaciones tienen que entrenar y fortalecer las habilidades blandas de sus integrantes, de manera de sostener y ampliar sus objetivos y desafíos, fomentando el trabajo en cooperación, manteniendo un excelente clima organizacional y potenciando los liderazgos personales y el trabajo en equipo.